¡Gracias Chile!
La Superliga Americana de Rugby completó con éxito su primera fase en Santiago de Chile y todos los equipos ya están en Uruguay preparándose para completar las cinco rondas restantes.
El gran éxito de la Superliga Americana de Rugby, completadas sus primeras cinco rondas, está dado en haber podido, justamente en tiempos de pandemia, completar 14 de los 15 partidos previstos.
Nada de esto hubiera sido posible sin el total compromiso de jugadores, cuerpos técnicos, referís, organizadores, el staff médico de SLAR, la Federación de Rugby de Chile, el Gobierno de Chile y los más de 70 voluntarios que abrazaron la necesidad de mantener a rajatabla la burbuja sanitaria impuesta.
Se realizaron, tan solo en Chile – hay que sumar los también hechos antes de viajar por cada franquicia – más de mil 400 test de PCR con el 100% de resultados negativos.
El rugby pudo dar, así, un mensaje de optimismo al resto de los deportes y la sociedad, necesitada de deporte en vivo.
La nueva normalidad impuso una burbuja de 25 días en las que las seis franquicias y un total de 270 personas estuvieron en el Hotel Intercontinental de Santiago pudiendo tan solo dejar las instalaciones para ir entrenar y jugar.
Datos
En ese sentido, fueron cinco centros de entrenamiento (Stade Français, Old Boys, Universidad Católica, Prince of Wales Country Club y Alumni) y para las cinco fechas de partidos – dos en el Estadio Municipal de La Pintana, dos en el Estadio Nacional (ambas en Santiago), y en el medio el viaje a Valparaíso para jugar en el bonito Estadio Elías Figueroa.
Gracias al empuje de los jugadores de Selknam Martín Sigren y Rodrigo Fernández, la SLAR se convirtió en un torneo verde. Al tomarse 26 mil litros de agua y seis mil litros de bebida isotónica, estos jugadores, junto a la empresa Midas Chile, empujaron la campaña “Pasión Sin Límites al Cuidado del Medio Ambiente.” Con el compromiso de todos los participantes, se reciclaron todas esas botellas de plástico.
El viaje de los equipos desde Santiago a Montevideo, en un momento en que las fronteras comenzaban a cerrarse, se hizo con el inestimable apoyo de los gobiernos de Chile y Uruguay, en un avión chárter de la Latam, auspiciante principal de la Superliga.
Ya instalados en dos hoteles en la capital uruguaya – manteniendo las mismas condiciones de burbuja sanitaria – los equipos ya se preparan para las siguientes cinco rondas que se jugarán íntegramente en el Estadio Charrúa y que definirán los cuatro semifinalistas.