Novedades 06 de Junio, 2024

Los números hablan

Tras 42 partidos del Súper Rugby Américas, el profundo trabajo estadístico deja mucho para analizar.

Desde el comienzo de la temporada 2024 del Súper Rugby Américas, se han tomado unos 350 mil datos en las catorce fechas disputadas. Quedan tres partidos, los que definirán el campeón, pero la tendencia del torneo ya está, y es positiva.

Martín Jauma, líder de Data Science en la empresa Fulcrum, que da soluciones a diferentes ligas y torneos de distintos deportes, incluyendo Sudamerica Rugby, la Superliga Americana de Rugby desde 2020 y los dos Súper Rugby Américas, es quien compila el trabajo de un equipo de siete personas que analiza en las más mínimas partículas cada partido.

“El torneo ha mejorado en casi todas sus cifras, sobre todo a partir de la segunda ronda cuando se modificaron las reglas,” dice.

Son muchos los datos y cifras que surgen, por lo que para este análisis se tomarán unos pocos.

“Las nuevas reglas en la segunda mitad del torneo incrementaron el ball-in-play, tiempo del balón en juego, de un promedio de 30 minutos y 34 segundo en la primera ronda mientras que subió a 31m44s en la segunda.”

Habiendo casi un 4% más de juego, dice Jauma, “hace que el juego sea más visual y entretenido.”

El trabajo que comanda Jauma es multifacético ya que Fulcrum asiste con software y hardware a los torneos profesionales de la región, dando servicio de imágenes al TMO, al Oficial de Citaciones (disciplina), el área médica para el HIA, y a las franquicias con los partidos codificados que utilizan las franquicias y la televisión.

“Al terminar el partido, a las franquicias y a la organización se le proveen imágenes y cortes que se hicieron en vivo y de ahí surgen las estadísticas de juego.”

La cabeza de Jauma está puesta plenamente en el rugby, deporte que jugó y lo apasiona. Y lo describe así: “El rugby, además de ser un juego de territorio, apunta a desordenar al rival defensivamente. Para hacerlo, hay que quebrar líneas – clean breaks. Por lo general, después de un pase en el contacto, un offload, hay clean breaks.”

“Entonces, hay un cambio conceptual en cómo se entrena el punto de encuentro, buscando dejar la pelota viva y evitar el ruck. Por lo general, cuando sucede eso, aparece los clean breaks. Si queremos tener un juego más dinámico y divertido, los clean breaks son importantes.”

Los números hablan que en promedio este año hubo 10 offloads y 14 clean breaks por partido esta temporada, un crecimiento en la comparativa con 2022 (8 y 8) y 2023 (6 y 10).

En un deporte que busca cautivar al público, la verdadera adrenalina está cuando los equipos atacantes ingresan en los 22 metros rivales. En 2022 el promedio por partido era de 18 y este año creció a 22 las veces que se ingresó a esa zona donde se definen los ganadores. Si bien la tendencia de 24 tries por partido se mantuvo, pero bajó la cantidad de tarjetas y, en ese sentido, la clara mejora de Cobras ha sido sustancial.

Otra acción muy necesaria y celebrada es la pesca. “Creció casi un 44% de un torneo al otro,” celebra Jauma. “Esto representa una mejora en la preparación y con jugadores con roles específicos. Hoy hay muchos especialistas cuando antes eran menos.”

La defensa, dicen los números, están a la altura de los grandes torneos profesionales, ya que hay una efectividad en el tackle del 83%. Igualmente, en los scrums, el 85% que introdujo el equipo lo ganó, bajando la cantidad de scrums reseatados “haciendo el juego más visual para los espectadores.”

El line sigue siendo un área que necesita elevar su porcentaje de éxito del 80% ya que según estadísticas de World Rugby, es el talón de Aquiles de los equipos del Tier 2 cuando enfrentan a los del Tier 1.

El análisis ayuda a imaginar lo que serán las dos semifinales este viernes.

Pampas llega con la claridad de haber sido el mejor equipo a lo largo de la temporada, habiendo perdido una sola vez, con un promedio de puntos de 44 a favor y 27 en contra, seis tries a tres.

“Los números de Pampas son superadores, pero todo se define en el campo,” dice Jauma sin anticipar a los 80 minutos del CASI.

La segunda semifinal es más pareja en las cifras aunque hay algo que llama la atención. Dogos XV tiene 28m25s de ball in play, contra Yacare XV que tiene el promedio más alto del torneo: 31m03s.

“La franquicia juega con más ritmo y continuidad; la estrategia de Yacare XV es dejar la pelota adentro y ambos equipos están por encima del promedio de clean breaks. Ambas defensas deberán estar atentas.”