Pilares del Paraguay
Las historias de dos jugadores de Olimpia Lions, Luis Enrique Quinteros y Martín Sitjar, sintetizan la historia de muchos jugadores que hacen del esfuerzo y la convicción un pilar que sostiene su ilusión de poder experimentar qué es ser jugador profesional de rugby.
"¡Me fue bien, aprobé!", exclama Luis Enrique Quinteros con una sonrisa y no es para menos. Ese examen lo tenía en vilo desde hace días. Estudia ingeniería y en la burbuja sanitaria forzada por el COVID-19, parte del tiempo en el que no se entrena, no se analizan videos o no es hora y momento de gimnasio, Luis Enrique lo usa para estudiar. Cada vez le falta menos "además de rugby, el campo es mi pasión. Cuando puedo voy a ayudar a mi familia allá", dice.
El rugby lo atrapó de chico y nunca más lo dejó. "Cuando iba al colegio y pasaba por una cancha de rugby me preguntaba ‘¿qué será? quiero jugar a eso’".
“Tanto le insistí a mi papá para que me llevara que finalmente empecé a jugar y me divertía mucho. Es verdad que por mi tamaño ya me destacaba, porque todos los niños eran bastante más chicos," recuerda con una sonrisa el jugador de San José Rugby Club.
Martín Sitjar llegó al Club CURDA de Asunción por un amigo. Obviamente, la pasión rugbística fue instantánea. "Efectivamente, fue algo que me enamoró de entrada", dice Martín, que para perseguir el sueño profesional en el rugby, tomó una decisión muy fuerte. Vendió su comercio de venta de repuestos de autos que le insumía muchísimas horas diarias, para conseguir un trabajo de menos carga y poder ir al centro de rugby a entrenar y mejorar. Llegar a Olimpia Lions y la Superliga Americana de Rugby fue su norte a seguir.
"Fue un momento importante en mi vida en el que me pregunté si estaba dispuesto a hacer un esfuerzo extra para poder probar y buscar ser jugador profesional. Y como la respuesta fue sí, le metí para adelante. No me arrepiento nada", dice con una sonrisa.
"Sabemos que en Paraguay el camino recién empieza, que venimos de atrás en cuanto al desarrollo que tienen otros países de la región, pero nosotros estamos dispuestos a ser parte de ese camino, a mostrar que hay que ser serios y comprometidos, a que el esfuerzo es diario, a que todo forma parte de la formación del jugador de Alto Rendimiento", dice Martín.
"Entrenar en la cancha o el gimnasio es una parte. La alimentación y el descanso son otras cosas importantes. Además, estudiar y poder recibirme también lo es. Creo que se puede hacer todo, sólo hay que estar bien organizado y convencido," explica Luis Enrique, que en lo que va del torneo ha tenido actuaciones destacadas en un pack a pura potencia como Olimpia Lions.
Martín jugó un poco menos hasta acá. Se pudo incorporar recién con el torneo ya empezado en Santiago, Covid mediante. "Vi los primeros partidos por la tele y me imaginaba ya con la camiseta en cancha. Cuando lo pude hacer, fue una emoción muy fuerte, muy viva", asegura.
Los dos juegan de pilar, tienen tamaños distintos, e historias distintas. Los dos van para adelante con el mismo objetivo. En definitiva, así es la cosa con los pilares.